Aunque sentir el calor de los compañeros, del pelotón, siempre es una sensación indescriptible, lo cierto es que ojalá no se hubiera tenido que hacer nunca la marcha cicloturista de ayer en Valladolid. La cita, en la que participaron más de 300 personas y que tuvo salida en Recoletos, culminó en la Avenida Salamanca, donde fue inaugurado un monolito que recuerda a cinco ciclistas vallisoletanos fallecidos en atropellos: Diego García, Sergio García, Jesús Negro, Miguel Ángel Fraile y José Luis Delgado, así como el de la soriana María García, todos ellos, representados con una placa.
Pero sin lugar a dudas, el gran objetivo de la marcha era el de la reivindicación del respeto al ciclista, para que nunca haya que ampliar este monumento y para que no haya que levantar ninguno nuevo. En este sentido tomó la palabra el triatleta José Luis García, padre de nuestra compañera soriana María García, que desgraciadamente también sufrió las consecuencias de un atropello. García destacó la importancia de enseñar “valores, ética y responsabilidad” a los conductores. Consejos, como el de adelantar a los ciclistas dejando un metro y medio de distancia de seguridad, siguen siendo, tristemente, necesario recordarlos.
Se guardó un minuto de silencio y se descubrió una escultura forjada en hierro en la que un ciclista alza su bicicleta al cielo. El acto contó con la presencia del concejal de Seguridad y Movilidad, Luis Vélez, así como el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Luis Antonio Gómez Iglesias y la jefa de la Policía Municipal de Valladolid, Julia González. Desde la federación, como miembros de la gran familia sobre ruedas, queremos dar las gracias a todos los asistentes.