Los más pequeños aprenden triatlón en Cuéllar
Cuéllar (Segovia) albergó el sábado un Triatlón escolar en el que participaron medio centenar de jóvenes deportistas de categorías prebenjamín, benjamín, alevín, infantil y cadete. La coincidencia con las elecciones generales obligó a modificar la fecha inicialmente prevista, lo que dificultó la presencia de triatletas infantiles y cadetes ya que en la misma jornada se disputaba el campeonato regional de la distancia en la localidad palentina de Grijota. Una lástima para algunos deportistas a los que tocó decidir escenario de competición, no obstante, el resto de categorías disfrutó de una cita muy divertida en las piscinas cuellaranas donde lo más importante era pasárselo bien y conocer una disciplina olímpica donde España parte con opciones de medalla a los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Si hay una localidad en Castilla y León donde se sepa de triatlón en el deporte base, no cabe duda de que Cuéllar, en la provincia de Segovia, es una población aventajada en este sentido gracias al buen trabajo que se viene realizando desde el club de la localidad. No obstante, siempre es un buen momento para acercarse al deporte y en concreto, al triatlón, si bien según va aumentando el calor veraniego en la región, cada vez el tiempo invita más a probar esta refrescante modalidad. Así no es de extrañar que casi medio centenar de niños participara en esta nueva prueba para los más pequeños. Para muchos fue el primer contacto con este deporte de valor triple, en el que la piscina fue el escenario del primer sector de natación. Cada categoría afrontó una distancia concreta, con 50 metros para los más pequeños, y 400 metros para los más mayores.
Por los alrededores del polideportivo de Santa Clara discurriría el segundo sector de ciclismo, por un circuito urbano con distancias desde un kilómetro para los más pequeños, hasta los ocho de los mayores. Y por último, también en la misma zona de Cuéllar, se dirimieron los últimos metros de carrera a pie, con distancias comprendidas desde los 250 metros de los prebenjamines y los 2 kilómetros de los cadetes.
No obstante, una de las zonas que dibujó más sonrisas en las caras de los asistentes, que disfrutaron de la entrega de los pequeños, fue en el área de transición, donde los pequeños tenían que dejar el material de un deporte y prepararse para el siguiente. Todo un aprendizaje que ojalá acabe fomentando la continuidad de muchos de ellos en un deporte tremendamente enriquecedor debido a la variedad de disciplinas que aglutina.