Además se celebró el Campeonato de Castilla y León
Por segundo año la comarca Pinares soriana acogió este evento deportivo que contaba con novedades importantes en esta edición. En primer lugar sería la inclusión de una prueba de distancia olímpica, paralela a la prueba de media distancia valedera para la copa de España de LD, y en segundo lugar la situación de la T2 y area de meta que sería en una aislada zona de pinares en una entorno natural del gran belleza. La prueba comenzaría en la denominada zona playa pita, donde los triatletas tenían que realizar una o dos vueltas al circuito acuático. Tras este sector, la parte ciclista transcurria practicamente toda por la zona del amogable y alrededores con un perfil de gran dureza caracterizado por toboganes y un puerto corto había que superar en cuatro ocasiones. La parte final de carrera a pie tenia dos partes diferenciadas de zona de campo a traves por pinares y zona de alfalto, ese sector se endureció por el calor que hizo acto de presencia con intensidad.
En la categoría élite masculina Javier Miguel Bendicted se alzó con la victoria trás remontar posiciones durante el sector ciclista donde marcaría el mejor parcial, con respecto a su compañero de equipo Daniel Muñiz de Saltoki que sería segundo. En tercer lugar Victor Arroyo del Triatlón Las Rozas que realizó un gran parcial en sector a pié. La categoría elite femenina fué un monólogo de la triatleta del CTOA, Nuria Blanco que marchó en solitarío toda la carrera aventajando a su más inmediata perseguidora Amelie Le Gall del Tritalavera en 8 minutos. Tercera, sería Eva Valero del Saltoki Navarro.
La prueba olímpica se caracterizó por su velocidad y espetacularidad, el ganador en categoría masculina Alberto Ferreras se paseó trás realizar un gran parcial ciclista y bajarse de la bici aventajando en 6 minutos a sus perseguidores Alfonso Ramirez del Triatlón Zamora y Ramiro Romero del Aguaverde que se secundarían en el podium. En féminas Ainhoa García realizó toda la prueba en primera posición seguida de María Felipe del Aguaverde y Laura Garay del Club Europeo de Triatlón.
Un año más la prueba destacó por la espectacularidad del entorno natural y por la buena acogida que los triatletas participantes demostraron a la organización, en este caso la propia Federación de Triatlón de Castilla y León, que realizó un gran esfuerzo por sacar esta prueba adelante en tiempos de dificiles para organizar eventos.
